En un sentido general, la comunicación interpersonal es el proceso de utilizar el lenguaje para enviar y recibir mensajes entre individuos que persiguen el objetivo de despertar tipos especiales de significados. Por eso, la misma concentra todos los conceptos verbales y no verbales, además de los principios del acto de escuchar. Aunque no es diferente de otras formas de comunicación humana, se considera aparte porque está enfocada, específicamente, en las interacciones entre dos personas.
Éste artículo la aborda dentro del contexto de las relaciones íntimas entre los sexos que en algunos casos llevan a la convivencia permanente, mientras que en otros terminan en separación; es un enfoque en las relaciones privadas. Hay otros contextos en los que se puede examinar la comunicación interpersonal: vínculos entre amigos o miembros de la familia, y por supuesto, en el trabajo; todos son importantes.
A través de la comunicación interpersonal se establecen y mantienen las relaciones emocionales, y si salen bien, pueden llegar a ser la base para la formación de la familia, la más fundamental de todas las instituciones sociales. Si fracasan, los individuos y la sociedad sufren una pérdida. Por tal razón, estos lazos son el eje central del presente escrito.
Marcos de análisis
El papel de la comunicación interpersonal en el desarrollo o desaparición de cualquier relación cercana puede analizarse desde el punto de vista de:
- El compromiso, proceso en el que las personas intentan pasar de un vínculo primario impersonal a uno más personal.
- El control, al usar estrategias de comunicación para mantener lazos impersonales valiosos.
- La ruptura, al hacer uso de estrategias de comunicación para retirarse de manera elegante (o no tanto) de una relación cercana con otro, y permanecer separados de manera permanente.
Antes de abordar lo irreversible e irrepetible de la comunicación interpersonal, es elemental apuntar que es totalmente transaccional, es decir, más que en cualquier otro contexto, esta comunicación se basa en el modelo de transacciones simultáneas. Como comunicadores, cada persona usa símbolos verbales y no verbales para construir mensajes alrededor de signos pretendidos. De modo simultaneo, el receptor lleva equivalentes significados a la tarea de recibir a interpretar ese mensaje. La información regresa como retroalimentación y cada interlocutor se ajusta para la siguiente fase del proceso, mediante la toma de funciones; por eso, cada parte influye a la par en el comportamiento de la otra.
También que los comunicadores interpersonales comparten una proximidad física; o sea las personas tienen que estar físicamente cerca unas de otras para participar en una comunicación de este tipo. Podrían hablar por teléfono o intercambiar cartas, pero eso sería una comunicación mediada que carece de elementos importantes del proceso que se describe aquí.
Vale señalar de la misma manera que la comunicación interpersonal es moldeada por los papeles sociales, ya que cuando las personas participan en ella lo que dicen, es decir, el contenido, puede interpretarse únicamente dentro del contexto de los papeles que definen su relación general. Sin saber nada más acerca de las personas involucradas en una conversación, podríamos interpretar su intercambio como hostil o defensivo, según las palabras reales empleadas por cada parte. No obstante, confiar en lo que se dice, verbal y no verbalmente, a menudo es insuficiente para entender el significado completo de tal discusión.
De lo irreversible
No hay manera de eliminar un mensaje lamentable de la misma forma en que borramos un archivo en la computadora o las imágenes que no queremos de un video. Con mucha frecuencia los individuos se afligen por la enfermedad de “meter la pata” y desean poder retractarse de las palabras y nombres ásperos que dañaron a alguien al calor de una discusión. Pueden presentar disculpas, pero desafortunadamente no hacer que la persona olvide las palabras desagradables.
De lo irrepetible
Todos pueden recordar un suceso especial con alguien, acontecimiento que desean vivir otra vez. Incluso, si tuvieran una de esas maravillosas máquinas del tiempo de las que son tan aficionados los escritores de ciencia-ficción se encontrarían visualizándolo todo con las perspectivas cambiadas, los sentimientos alterados y las nuevas interpretaciones que provienen de la experiencia posterior. Sería inevitable que se comunicaran de manera distinta.
Entonces, la interpersonal es sólo una forma del proceso de la comunicación humana; sin embargo, tiene las seis características que lo distinguen de las otras formas: comienza con el yo, es transaccional, es moldeada por los papeles sociales, es irreversible, es irrepetible y los comunicadores interpersonales comparten una proximidad física.