¿Timidez o aprensión al comunicarte? No es lo mismo

Por. Dra. Lucivel Avila – Zona E, Listín Diario

La aprensión al comunicarse es el miedo o ansiedad asociada con encuentros de comunicación que pueden ser reales o anticipados. Respecto a esta última idea, es importante notar que la aprensión al comunicarse no tiene que coincidir con el acto real de hablar, sino que puede acaecer antes de articular palabra. 

Si por ejemplo la persona se anticipa en cuanto a las demandas sociales de una cena en casa de su nuevo jefe, puede estimular aprensión comunicativa mucho antes de su llegada, es decir, la ansiedad de la comunicación ocurriría previo a o igualmente durante ese encuentro particular. 

Ha llegado a asociarse la aprensión al comunicarse con la timidez; mas, no es lo mismo. Personas tímidas pueden carecer de habilidades para comunicarse, mientras que otras pueden tener las aptitudes necesarias para comunicarse de modo eficaz pero quizás sólo disfrutan de ser discretas o reflexivas. Así que no es cierto que todos los individuos tímidos experimentan aprensión al comunicarse. 

Lo cierto es que alrededor de la mitad de la gente que es tímida parece estar satisfecha al evitar la interacción con otros. Los restantes es posible que sean tímidos debido a cierto grado de miedo en torno a la comunicación. Esto es especialmente probable entre quienes carecen de habilidades comunicativas. 

Un tipo de patrón circular puede verse frecuentemente en el comportamiento de muchas personas tímidas. Comienza con la timidez de una persona, lo cual crea ansiedad, reduce las destrezas de la comunicación, resulta en una mayor timidez y así sucesivamente. 

El círculo vicioso entre timidez y aprensión puede manifestarse de muchas maneras: debido a que dichos individuos no son buenos para la comunicación trivial, se vuelven ansiosos al participar en ella. De igual modo, tienen miedo de hablar elocuentemente frente a un grupo porque no poseen las facultades para hacerlo. De forma parecida, como no son buenos para pedirle a alguien que salga con ellos, se vuelven aprensivos al respecto. 

Es así como su limitada experiencia los hace más fluctuantes conforme pasa el tiempo. Otros tienen pavor de comunicarse, y no por alguna deficiencia en su capacidad, sino porque temen al acto mismo. Hasta pensar en ello antes de tiempo infunde pánico. La gente que tiene miedo a comunicarse puede, en realidad, evitar la interacción, incluso cuando es por su interés. Por ejemplo, es poco probable que se acerquen al jefe a pedirle un aumento, aunque sepan que merecen mejor remuneración. Tal vez eviten contestar las preguntas del profesor en clase aunque sepan la respuesta.

En ambos casos, tales individuos pueden saber cómo desempeñar el comportamiento requerido, o sea, pueden pronunciar las palabras necesarias para pedir el aumento o

comprender y responder a la demanda del profesor. Empero, sus reacciones emocionales a la situación a menudo los previenen de hacerlo. 

Por esto, es vital conocer la diferencia entre alguien que es tímido y quien es aprensivo, asociado a un sentimiento de ansiedad al relacionarse con otros, casi siempre, y sin importar la situación.

Algunas personas son capaces de adquirir las habilidades necesarias para dar una buena plática, pero la ansiedad de comunicarse frente a una audiencia puede continuar interfiriendo con un desempeño competente. 

Ayuda bastante lidiar con la aprensión al comunicarse, y las ansiedades que se sienten bajo una variedad de circunstancias.

Es bueno resaltar algunas causas contextuales de dicha aprensión: comunicación con desconocidos o disímiles, situaciones nuevas o formales, rango subordinado, atención visible y excesiva, evaluación y fracaso repetido. 

Una serie de métodos han sido reconocidos como curas potenciales para las ansiedades relacionadas con la comunicación, entre ellas: la desensibilización sistemática, restructuración cognitiva y entrenamiento de habilidades. De las tres, esta última, en particular, invierte la secuencia causal respecto a asumir que las aprensiones conducen a problemas en la comunicación exitosa con otros, ya que plantea que las limitaciones de habilidades que la gente tiene respecto a la comunicación determina sus niveles de aprensión.

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